miércoles, 25 de agosto de 2010

26 de agosto de 2.010

Querido hijo mío,

Mañana hará un año que te fuiste, que nos dejaste.

Tengo la certeza de que fue lo mejor para tí, para ese cuerpo precioso y esa alma tan pura que nació un 13 de enero de 2.008.

Fuiste un regalo que el cielo nos prestó para que nos diésemos cuentas de tantas cosas...
Sin embargo, es tan fuerte y sigue tan latente este dolor de madre que desde que te fuiste hasta ayer, queria romper con mi pasado, despojarme de todas las ataduras (olvidar mi vida pasada, a mi familia, mi ciudad...), estaba dispuesta a olvidarme de todos y empezar una vida nueva, pero que gracias a los testimonios que me siguen llegando cada día, de gente anónima y conocida que me dicen que les has ayudado y estás ayudando, no puedo sino quedarme aquí, con mi familia,(aunque el viaje lo tengo pendiente,ya no iré sola, sino con mi marido) hasta que llegue el momento de reunirme contigo, y esta vez será para siempre.
Creo que gracias a todos vosotros,con vuestra fe, oraciones y ánimos ha hecho que Guille desde el cielo rece por su mami, para que no se muera de pena.

Como dije una vez, mi corazón está partido en tres trocitos, y le falta uno que eres tú, y me faltará siempre, pero sé que es un dolor que llevaré siempre conmigo, oculto, contrito, y que seguro que aprenderé a vivir con él. Junto al dolor, tengo la "alegría" de saber, que todo esto, esta vorágine, de mundo, de gente, de intereses, es temporal (seguro que veré crecer a Gonzalo, me dedicaré al yoga que me sirve de ayuda para cuerpo, mente y alma), y viviré con la mirada siempre puesta en el cielo que es donde estás tú.

Gracias Guillermo.
Te quiero infintamente...