viernes, 19 de junio de 2015

ROMA

Guillermo,
Tengo la oportunidad de ir a Roma de nuevo. Esta es la tercera vez que intentamos ir, la primera fue la que preparó papá con tanto cariño un mes de septiembre del año 2008 y que de forma repentina tuvimos que cancelar.
Roma es una ciudad que conocí en profundidad cuando cursé la asignatura de Historia del Arte. Mi profesor nos supo transmitir la grandeza de Roma de forma excepcional, y aunque había que estudiar, era una asignatura que me encantaba. Cierto es que el profesor era magnífico y didáctico, y hacía fácil el estudio de los arquitectos, los escultores,  los pintores, las iglesias, los monumentos...
Junto con ésta asignatura, la de filosofía, fue otra de mis preferidas durante mi etapa académica, debido también al buen profesor que tuve, que nos hacía sentir atracción por el estudio de los filósofos y pensadores tanto Griegos (Sócrates, Platón, Aristóteles...) como Romanos (Lucrecio, Cicerón, Séneca, Marco Aurelio) y fue creando en mi mente una sensación de grandeza y de riqueza cultural, y me decía a mi misma que algún día las visitaría y creo que ahora ha llegado el momento.
Además de visualizarme entre los debates filosóficos de la época, también me imaginaba como una estrella de cine inmersa en una de esas míticas películas que la mayoría conocemos bailando en la Fontana di Trevi, bajando las escalinatas de la Plaza de España o por qué no recorriendo la ciudad en vespa.
En cuanto he sabido la noticia me he llenado de emoción pues deseo empaparme de toda esa riqueza cultural, filosófica y religiosa pero después ha venido a mí otra emoción si cabe más intensa pensando que con este viaje finalizo otra cosa que tenía pendiente de nuestra vida juntos Guillermo.
Me quejaba pensando que nunca haría este viaje pues la segunda vez que quisimos ir Gonzalito enfermó con anginas y me bloqueé.
Ahora mi mente justificaba la imposibilidad de realizar el viaje por otras causas como el trabajo que tengo que finalizar antes de septiembre, pero sobre todo por mis hijos, ya me supera tener que separarme de ellos, no poder estar ahí si me necesitan y no estaba dispuesta a perderme ni un solo día de sus vidas.
Ahora sin apenas buscarlo parece que ha llegado el momento de que vayamos.
Será un viaje cansado, de andar, madrugar pero sobre aprovecharemos para rezar, para escuchar en cada uno de los lugares que visitemos lo que Jesús quiera decirnos, al oído, muy bajito, y sólo si le damos permiso para entrar en nuestro corazón.
Va a ser un viaje muy emocionante... pensar que vamos a pisar la tierra donde los primeros cristianos tuvieron que defender la fe, y dar su vida por defender su ideología, visitar el Coliseum, las Catacumbas...
En definitiva nos empaparemos de nuevo de la historia que un día estudiamos y además mucha oración interior, y como dicen los yoguis "...trataré de guiar la mente y el cuerpo hacia la iluminación..."
Una vez allí en el fondo de mi corazón rezaré por todas las personas que he conocido hasta ahora, las que me han ayudado y las que no, pediré perdón por mis faltas y defectos pero sobre todo daré gracias a Dios por lo que tengo en este momento actual: mi marido, mis hijos, mi familia, la gente que me quiere, y le pediré que nos siga aumentando la fe, que nos de fuerzas para seguir juntos cuando lleguen dificultades y pruebas, y sobre todo que yo no desista de luchar.
Estoy segura Guillermo que en algún momento del viaje notaremos tu presencia entre nosotros.
Y por si todas estas emociones no fueran suficientes,  vamos a conocer por fin a una persona que siguió el blog y rezó por Guillermo, y al que por su hermana le tengo un gran cariño, y desde aquí quiero agradecer su apoyo.
Te quiero Guillermo.